Descripción
La dorada tiene una mancha negra al comienzo de la línea lateral de sus lomos y una franja dorada entre los ojos rodeada por dos zonas oscuras (de ahí su nombre). De coloración más viva y carne menos grasa que la dorada de cría, la salvaje es un pescado blanco semigraso protagonista de las más exquisitas recetas. Lamentablemente, las capturas escasean a lo largo del año. Mientras que es entre octubre y febrero cuando vemos el mayor número de especímenes en las lonjas del litoral gallego, en realidad su mejor momento es al principio del otoño, cuando su carne se vuelve más sabrosa y ligeramente más grasa.
Diferencias entre Dorada Salvaje y Dorada de Piscifactoría.
En primer lugar, su mayor tamaño, que puede variar desde el kilo hasta los siete. Por otro lado, la dorada salvaje, a diferencia de la cultivada, se mueve mucho y crece más despacio, lo que provoca que su carne se compacte y la grasa se infiltre en ella. Además, es carnívora y se alimenta de moluscos y algas. Como consecuencia de todo esto, obtenemos en el plato una carne con una textura prieta, un aroma y un sabor muy apreciados.